A menudo, nuestros clientes hispanos en Nueva York quieren saber qué experiencia tenemos en casos como el suyo y cuánto podrían recibir en compensación. En este artículo desmenuzamos el caso de Raúl Zanabria*, un cliente nuestro que sufrió un accidente de construcción en Brooklyn y ya recibió su indemnización millonaria.
En junio de 2014, el trabajador ecuatoriano Raúl Zanabria, nuestro cliente, estaba trabajando en una escuela de Brooklyn sobre un andamio rodante (conocido como rolling scaffolding en inglés). Un compañero suyo movió el andamio sin avisarle, Zanabria perdió el equilibrio y cayó de espaldas al piso, donde quedó inconsciente.
Zanabria no había recibido el entrenamiento de seguridad para trabajo en alturas que exige la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), y tampoco estaba usando un arnés en el momento del accidente, lo que constituye una violación a las normas de construcción de la ciudad de Nueva York.
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Inmediatamente después del accidente, Zanabria fue trasladado en ambulancia al hospital Kings County, en East Flatbush, Brooklyn, donde los médicos descubrieron que la caída le había provocado una fractura en el cráneo y una lesión cerebral traumática (Traumatic Brain Injury o TBI, en inglés) que dejaría graves secuelas y requeriría de años de rehabilitación y tratamiento médico.
El día del accidente, Zanabria fue sometido a una neurocirugía para atender su lesión cerebral, y un par de años después, los ortopedistas practicaron también otra cirugía para corregir la lesión en las vértebras del cuello que provocó el accidente.
Además, la lesión cerebral provocó muchos otros síntomas que requirieron terapia, exámenes, MRIs y rehabilitación: dolores de cabeza, mareos, problemas del habla y la memoria, ansiedad, depresión e insomnio.
Después de un accidente de trabajo en Nueva York, todos los empleados de Nueva York tienen derecho a recibir los beneficios de la compensación laboral, un seguro obligatorio para los empleadores que cubre todos los gastos médicos relacionados con la lesión de trabajo, y dos tercios de los salarios perdidos mientras se recuperan y pueden regresar a sus empleos.
A cambio de los beneficios de workers’ compensation, como se conoce en inglés, los empleados renuncian a demandar a sus jefes. Sin embargo, los trabajadores de construcción están protegidos por una ley especial, conocida como Ley de Andamios, que les permite iniciar una demanda contra terceros involucrados en el accidente, como el dueño del edificio en el que ocurrió o un contratista distinto al patrón del empleado lesionado.
Para que una demanda por accidente de construcción prospere, es necesario demostrar que el descuido o negligencia de las partes acusadas causaron el incidente, y que las lesiones del trabajador pudieron haberse evitado si se hubieran tomado las medidas de protección y seguridad que exige la ley.
En el caso de Zanabria, el accidente ocurrió por la falta de entrenamiento de los trabajadores y de equipos de protección fundamentales para el trabajo en alturas, como arneses y cuerdas, elementos que debían ser garantizados por el dueño de la propiedad.
La escuela de Brooklyn contaba con cuatro pólizas de seguro disponibles. Sin embargo, las aseguradoras no querían pagar lo suficiente: varios años después de la caída, cuando ya estaban claras las consecuencias del accidente, la oferta era apenas de 1 millón de dólares.
Nuestros abogados estaban convencidos de que podían obtener por lo menos tres veces más para nuestro cliente, y le recomendaron a Zanabria llevar el caso a juicio. El cliente decidió refutar la oferta y confiar en la impresionante reputación del abogado Mitchell Proner, reconocido entre sus colegas como uno de los mejores litigantes de los Estados Unidos.
Ya nos ha pasado varias veces: la oferta del seguro no es suficiente, nuestro cliente decide llevar el caso a juicio y, cuando lo estamos preparando, llega una nueva oferta más justa para la víctima. Las aseguradoras saben quién es Mitchell Proner y conocen su reputación de abogado experto en juicios, y por eso prefieren hacer una oferta antes de tener que enfrentarlo en los tribunales.
En el caso de Zanabria, nuestros abogados de accidentes estaban listos para presentar un espectáculo a los jurados y convencerlos de que nuestro cliente merecía la máxima compensación. Pero cuando estábamos en el proceso de selección de los jurados, llegó una oferta que nos pareció justa (y a nuestro cliente también): ¡Logramos un acuerdo por 3,3 millones de dólares!
Consultar tu demanda con nuestros abogados de accidentes de construcción es muy fácil. Te atenderemos en español y sin compromiso. Además, ¡no importa tu estatus migratorio! Puedes contactarnos de cualquiera de estas formas:
¡Estamos listos para luchar por tu caso! En nuestra firma, encontrarás un aliado que no descansará hasta obtener la máxima compensación posible.
*El nombre fue cambiado para proteger la identidad de nuestro cliente.
Somos la marca en español de Proner & Proner, una firma de abogados de accidentes con más de 60 años de experiencia litigando casos desde NYC.
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