Si has sufrido un accidente de tránsito, de construcción o de cualquier tipo en Nueva York, probablemente tendrás que lidiar con una compañía de seguros. Lo que muchos en nuestra comunidad latina no saben es que estas compañías no están diseñadas para ayudarte. Su objetivo principal es proteger sus ganancias, pagando lo menos posible por cada reclamo o, mejor aún para ellas, no pagar nada. Por eso es importante conocer las estrategias que utilizan las aseguradoras y saber cómo evitarlas.
Con 60 años defendiendo a víctimas de accidentes en Nueva York, en Abogados de Confianza hemos visto todas las tácticas que las aseguradoras utilizan para aprovecharse especialmente de las personas hispanas, quienes a menudo enfrentan barreras adicionales como el idioma, el desconocimiento del sistema legal estadounidense o el temor por su estatus migratorio.
Aquí te revelamos las tres estrategias más comunes que usan las aseguradoras para evadir sus responsabilidades y, lo más importante, cómo puedes protegerte contra ellas. Toma nota.
Una de las primeras cosas que hará la aseguradora después de tu accidente es intentar contactarte rápidamente. Un ajustador amable podría llamarte, aparentemente preocupado por tu bienestar, para pedirte que le cuentes «exactamente lo que pasó». Esta llamada aparentemente inocente tiene un propósito claro: conseguir que digas algo que puedan usar para minimizar o negar tu reclamo.
Esta es una de las estrategias que utilizan las aseguradoras porque inmediatamente después de un accidente te encuentras vulnerable. Estás confundido y aún no has tenido tiempo de procesar completamente lo ocurrido. Los ajustadores están entrenados para aprovechar este momento de vulnerabilidad, haciendo preguntas diseñadas específicamente para obtener respuestas que perjudiquen tu caso.
Por ejemplo, una simple respuesta como «estoy bien» a la pregunta «¿cómo te sientes?» puede ser utilizada posteriormente para argumentar que tus lesiones no eran graves o que aparecieron después del accidente. Incluso disculparte por cortesía (algo común en nuestra cultura latina) puede ser interpretado como una admisión de culpa.
Las aseguradoras saben perfectamente que después de un accidente, muchas personas, especialmente en la comunidad latina donde a menudo dependen de cada cheque de pago, enfrentan presiones financieras inmediatas. Facturas médicas, imposibilidad de trabajar y responsabilidades familiares crean una situación desesperada.
Aprovechando esta vulnerabilidad económica, las aseguradoras deliberadamente alargan el proceso con tácticas dilatorias: solicitan documentación innecesaria, tardan semanas en responder comunicaciones, cambian repetidamente de ajustadores para «reiniciar» el caso, o simplemente ofrecen cantidades ridículamente bajas esperando que tu desesperación te obligue a aceptar.
Esta estrategia aprovecha una simple realidad: el tiempo juega a favor de la aseguradora y en contra tuya. Cada día que pasa, tu situación financiera puede deteriorarse, aumentando la presión para que aceptes cualquier oferta, por injusta que sea. Para muchas familias latinas que envían remesas a sus países de origen o que viven con márgenes económicos estrechos, esta presión resulta casi insoportable.
Otra de las estrategias que utilizan las aseguradoras para buscar una menor compensación hacia ti es investigarte a fondo. Una vez que presentas un reclamo sustancial, las aseguradoras inmediatamente comienzan a buscar formas de demostrar que tus lesiones no son tan graves como afirmas, que existían antes del accidente, o que tu estilo de vida contradice tus alegaciones de dolor y sufrimiento.
Para esto, investigarán exhaustivamente tu historial médico buscando «condiciones antiguas» y monitorizarán tus redes sociales esperando encontrar fotos o publicaciones que puedan usar para sugerir que no estás tan lesionado como dices (como fotos en una celebración familiar o jugando con tus hijos).
Incluso, pueden llegar a enviar investigadores a seguirte para tomarte una foto o vídeo en el momento más comprometedor: por ejemplo, cuando haces un esfuerzo sobrehumano por cargar esa compra del supermercado o seguirle el ritmo a tu hijo en el parque (en el vídeo puede parecer que estás bien, aunque en realidad estés sufriendo por tu lesión).
Esta estrategia es particularmente efectiva contra miembros de nuestra comunidad latina, donde existe una fuerte cultura de resiliencia y donde seguimos trabajando y cumpliendo con nuestras responsabilidades familiares incluso cuando estamos enfermos. Además, muchos latinos tienden a publicar momentos felices en redes sociales, independientemente de su situación real, para no preocupar a familiares en sus países de origen.
Cuando te enfrentas a las poderosas compañías de seguros, necesitas un equipo legal que no solo conozca sus tácticas, sino que tenga un historial probado de vencerlas. Aquí es donde los Abogados de Confianza, liderados por el reconocido abogado Mitchell Proner, marcan una diferencia en tu caso.
Mitchell Proner no es solo un abogado más; es una leyenda en el campo de las lesiones personales con más de tres décadas dedicadas exclusivamente a luchar por los derechos de las comunidades más vulnerables. Además, conoce al pie de la letra todas las estrategias que utilizan las aseguradoras. Su experiencia incluye:
Mitchell Proner conoce personalmente a los ejecutivos, abogados y tácticas de cada aseguradora importante que opera en Nueva York. Cuando las aseguradoras ven que Mitchell Proner representa tu caso, saben que no podrán usar sus estrategias habituales.
Somos la marca en español de Proner & Proner, una firma de abogados de accidentes con más de 60 años de experiencia litigando casos desde NYC.
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