Cómo saber si tengo un caso de demanda por lesiones personales

Casi cualquier tipo de accidente puede provocar heridas que terminen en una demanda por lesiones personales, desde un accidente de auto (estos son los más comunes) hasta un resbalón o un incidente de construcción. 

Y no sólo los accidentes: otros tipos de negligencia de terceros pueden provocar lesiones que cambian la vida para siempre. Por ejemplo, la negligencia de un médico en el diagnóstico y tratamiento de una enfermedad puede dejar graves consecuencias a futuro y perjudicar considerablemente su estilo de vida.

Ahora, solo el hecho de haber sufrido una lesión en un accidente no es suficiente para iniciar una demanda por lesiones personales. Antes de iniciar cualquier acción legal, hágase estas preguntas:

1. ¿Sus heridas son lo suficientemente graves?

No todas las heridas ameritan un proceso en el sistema judicial. Para que una lesión sea considerada por un juez, debe cumplir con estas características:

• Es permanente o dejó en la víctima una discapacidad significativa.
• Resultó en una pérdida permanente o significativa de alguna función corporal.
• Causó cicatrices o desfiguraciones permanentes y graves.

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Aunque según estos criterios pareciera que solo las lesiones gravísimas son tenidas en cuenta por la justicia, por lo general cualquier herida que implique un hueso roto o un largo tiempo de incapacidad y recuperación pueden ser estimadas por los tribunales en una demanda por lesiones.

Si usted no está seguro sobre la gravedad de su lesión, llame a nuestra oficina para una consulta gratuita con nuestros abogados expertos en lesiones personales. Solo tiene que marcar al 1-800 321 1234 o escribirnos por nuestra página web.

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2. ¿Quién tuvo la culpa de sus lesiones?

Después de decidir que su lesión es grave, usted debe conocer quién tuvo la culpa de sus heridas (porque en una demanda debe haber una víctima y un culpable). Si se chocó contra otro auto pero fue usted quien causó el accidente (iba manejando borracho o se saltó un semáforo en rojo) entonces lo más probable es que no pueda iniciar una demanda por lesiones personales. 

Y decimos “lo más probable” porque la justicia no es blanca y negra, sino que hay escalas de grises. En Nueva York aplica el sistema de culpa comparativa, lo que significa que la culpa de un accidente puede compartirse entre las partes involucradas (y el porcentaje de compensación será proporcional al porcentaje de culpa de cada parte).

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Volvamos al caso hipotético del accidente de auto. Supongamos que usted se saltó una señal de pare, pero el conductor con el que chocó iba a exceso de velocidad y además conducía bajo los efectos del alcohol. En ese caso usted tuvo un porcentaje de culpa, pero el otro conductor también.

Si el caso no se arregla en un acuerdo con la aseguradora, un tribunal decidirá cuánta culpa tiene tanta parte y la compensación será proporcional. Por ejemplo, si su culpa fue del 50 %, usted sólo recibiría la mitad de la compensación.

3. ¿Tiene pruebas que demuestren que otra persona tuvo la culpa?

Si respondió sí a las dos preguntas anteriores, es hora de que evalúe si tiene pruebas para demostrar la culpabilidad de la persona o empresa a la que piensa demandar. ¿Hubo testigos del accidente? ¿Sus heridas fueron evaluadas por personal médico inmediatamente después de que ocurrieron? ¿Hay videos de cámaras de seguridad? ¿Existe un informe policial del incidente? Entre más pruebas tenga, más fácil será demostrar ante un jurado que la parte negligente fue culpable de sus lesiones, y que por eso merece recibir una indemnización. 

Ahora, obtener estas pruebas no es fácil y mucho menos cuando usted está en casa o en el hospital recuperándose de sus lesiones. Por fortuna, nuestros abogados de accidentes y lesiones personales en NY están listos para mover cielo y tierra en busca de esas pruebas, y lograr que usted reciba la compensación que merece.

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Nuestro bufete tiene 50 años de experiencia litigando casos de lesiones en Nueva York y por eso puede estar seguro de que su caso está en las mejores manos. Llame hoy mismo al 1-800 321 1234 para programar una consulta inicial gratuita. Nuestra oficina es bilingüe y nuestros abogados sólo cobran honorarios si ganan el caso. Así que ¡no tiene nada que perder!