Por ley, los trabajadores de Nueva York no pueden demandar a sus jefes, pero esto no significa que estén desamparados si llega a ocurrir un accidente en sus lugares de trabajo.
Antes bien, la ley obliga a todos los empleadores de NY a pagar un seguro que cubre los gastos médicos y los salarios perdidos de los trabajadores que se accidentan o se enferman por culpa de su trabajo. Este seguro se llama compensación laboral (workers’ compensation en inglés), y a cambio de esta cobertura, los empleados renuncian a demandar a sus jefes.
Resulta que algunos accidentes, aunque ocurren en el sitio de trabajo, son culpa de un tercero negligente. Es decir que el trabajador no se habría lesionado —o sus lesiones no habrían sido tan graves— si no fuera por el descuido o las acciones malintencionadas de una persona ajena a la compañía para la que trabaja.
“Tuvimos un caso de un aprendiz de una compañía de elevadores que se cayó y se hirió gravemente mientras trabajaba en el ascensor de un edificio”, dice Luis Ayala, uno de los abogados bilingües de nuestro bufete, Proner & Proner. “El hombre vino a donde nosotros y nos preguntó si había alguna manera de demandar, y nosotros investigamos y descubrimos que sí”.
El aprendiz se había caído porque aunque tenía un arnés puesto, no tenía de dónde engancharlo. “Si hubiese tenido de dónde amarrarse en el momento de la caída, no se habría herido tan mal”, explica Ayala.
Nuestros abogados de accidentes en Nueva York descubrieron que la responsabilidad del accidente no había sido del jefe del aprendiz, sino del dueño del edificio que debía garantizar un lugar seguro para amarrar el arnés. “Por eso pudimos demandar al edificio y le conseguimos mucho más dinero del que le hubiésemos conseguido sólo con compensación laboral”, dice Ayala.
Algo similar pasó con Ricardo Ramírez*, un trabajador que se accidentó mientras hacía trabajos de construcción en una casa de familia.
“Pues la cosa es que hay una excepción en Nueva York en la que si uno se hiere en una construcción en una casa de una o dos familias, ellos están exentos de demanda, así que nosotros no podríamos demandar”, cuenta Ayala.
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Sin embargo, nuestros abogados no se quedaron de brazos cruzados. “Usando algo tan simple como Google Maps, miramos la casa y descubrimos que la habían convertido en un edificio de apartamentos. Enviamos un investigador que nos confirmó que había varios automóviles estacionados allí, y corroboramos que, en efecto, de esta casa familiar habían hecho seis apartamentos”.
Al momento de convertir la casa en un edificio de apartamentos, los propietarios perdieron la protección especial de vivienda familiar. “ Y aunque en el registro encontramos que sí, que el edificio estaba registrado como una ‘casa familiar’, ese no era el caso. Así que pudimos darle la vuelta al caso y demandar al dueño del edificio, y pudimos conseguirle mucho más dinero a nuestro cliente de lo que hubiésemos conseguido solamente con compensación laboral”, dice nuestro abogado de accidentes Luis Ayala.
Es por esto que, si tienes un caso de accidente, lo mejor es que consultes con un grupo de abogados con tanta experiencia como el nuestro. En Abogados de Confianza la consulta es gratuita, confidencial y en español. Además, si tomamos tu caso, no pagas un solo dólar si no ganamos. No importa cuál sea tu estatus migratorio: podemos ayudarte a que recibas la compensación que necesitas por tus lesiones.
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*El nombre fue cambiado para proteger la identidad de nuestro cliente.
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