Estamos en la tercera semana de diciembre y en Manhattan esperamos una nevada de varias pulgadas. Este jueves la ciudad estará cubierta de blanco y se sentirá, ahora sí, inaugurada la temporada navideña.
Para muchos de los hispanos que vivimos en esta ciudad, la Navidad no ha sido siempre asociada con nevadas. Es más, en América del Sur, Centroamérica y el Caribe, las fiestas de fin de año nos encuentran en verano o con temperaturas más altas en comparación con Nueva York.
Sin embargo, muchos hemos visto por la televisión o en fotografías algunas típicas situaciones: montañas de nieve en la puerta de la casa que es necesario quitar con palas, dificultades a la hora de manejar un automóvil y los típicos resbalones y caídas en el piso congelado.
Ahora, como habitantes de Nueva York, podemos corroborar que son situaciones que realmente ocurren. De acuerdo a un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo de este Estados Unidos, en el año 2017, se registraron 20.460 lesiones por hielo, aguanieve y nieve reportadas en todo el país. Aquí un dato impresionante: 14% de estas caídas ocurrieron en el estado neoyorquino.
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En ese mismo año, las caídas no intencionales fueron la primera causa de lesiones no fatales tratadas en hospitales, según información publicada por los Centros de Control de la Enfermedad y Prevención del Departamento de Salud y Servicios Humanos del Gobierno de EE.UU.
Estos datos demuestran que las caídas, en particular en invierno, no son situaciones aisladas. La pregunta que surge a continuación es clave: ¿qué hacemos si sufrimos este tipo de lesiones?
Primero lo primero: recibe atención médica. Llama una ambulancia si es necesario. La salud es y debe considerarse siempre la prioridad en todo tipo de accidentes.
Muchas veces los resbalones y caídas se deben a la falta de mantenimiento de la propiedad. Ya sea que el dueño o el administrador no limpie oportunamente la nieve de las aceras adyacentes, dejando que se acumule, o que permita que el suelo de sus instalaciones exteriores se moje y congele. Ambas son condiciones inseguras que pueden acarrear problemas para los peatones, clientes o visitantes.
Si este es el caso, se trata de una negligencia que te puede llevar a iniciar un reclamo de compensación por tus lesiones y los gastos derivados del accidente.
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Esta indemnización por daños y perjuicios usualmente cubre las pérdidas económicas derivadas de las facturas médicas hasta otras mucho más difíciles de calcular, como el tiempo perdido, el dolor y sufrimiento emocional.
Por este motivo, te recomendamos contactar un abogado especializado en este tipo de lesiones, que pueda probar la responsabilidad del propietario sobre la condición peligrosa que causó el accidente de resbalón y caída.
Nuestros Abogados de Confianza cuentan con más de 50 años de experiencia en casos de lesiones personales, y han ganado más de $400 millones para víctimas de accidentes de resbalones en Nueva York. Si sufres este tipo de accidentes, nuestra firma puede brindarte el asesoramiento necesario para conocer tus derechos e iniciar un reclamo.
Si deseas consultar un caso con los abogados bilingües de nuestra firma, sólo tienes que llamarnos al 1-800 321 1234 o llenar este formulario con tus datos de contacto. La consulta es gratuita y sólo cobramos si ganamos tu caso.
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